Les reenviamos un mensaje para padres, que nos hicieron llegar de la Fundación Proyecto Padres
Padres e hijos podemos juntos cambiar la manera de divertirnos
Te pedimos unos minutos para completar esta encuesta, la solución está en nuestras manos: “Mejores padres, mejores hijos, mejores argentinos”.
Amanece en Pinamar, buena noticia para los amantes de un nuevo día. Sin embargo
el paisaje marítimo se mezcla con jóvenes violentos, borrachos, descontrolados,
solos.
Niñas deambulan haciendo dedo sin saber adonde van ni adonde están, niñas muy
bonitas y con poca ropa se suben a los autos de oscuros conductores, solas, muy
solas.
Amanece y los adultos bronceados, corren, caminan, trotan y muy saludables
empiezan el día con sus botellitas de agua mineral, también se los ve muy
solos.
La policía camina y camina sin que nadie registre su presencia, hace señas para
que los autos no atropellen a los que deambulan con su descontrol encima y ya
quieren volver, no hay autoridad, ni presencia en ellos, también están solos.
Los políticos desfilan con un sin fin de acciones promocionales por la arena,
algunos de paso le pasan el problema a otros, aviones de por medio nadie hace
nada, necesitan mostrar su gestión casi con desesperación, y los ciudadanos nos
sentimos solos.
¿Cuál es el problema?, ¿las previas?, ¿el alcohol?, ¿el descontrol sexual?, ¿la
violencia?, ¿el vandalismo? No, el problema es la soledad.
Una vez más la tentación de relatar una historia por todos conocida. Hablar de
cifras e impacto del consumo y de lo mal que están los jóvenes, es seguir
siendo cómplice de un problema muy grave en nuestro país, que está minando los
cimientos del futuro.
Dentro del panorama descripto muchas acciones aisladas, importantes, nobles y
con sanas intenciones, también muy solas. En ese lugar está, entre otros, la
Fundación Proyecto Padres. Hace seis años estamos en la costa denunciando el
problema y tratando de actuar frente al mismo.. lo decimos sin que nos tiemble
la voz, estamos muy lejos de los objetivos y del compromiso que hemos asumido
en el cambio que debemos provocar todos juntos en nuestros hijos.
Es increíble que las notas periodísticas sigan narrando crónicas de adolescentes
borrachos por Argentina y también por Brasil, y de padres que no entiendo bien
que papel quieren tener. Seguro a esta altura más de un padre está enojado con
quién escribe, otros echándole la culpa a alguien. Si hay que enojarse con
alguien es con la pasividad y la tibieza con que los padres dejamos solos a
nuestros hijos. Es muy grave lo que está sucediendo y me cuesta creer que no
hagamos nada, por el momento no estamos tomando en serio lo que sucede.
No sirve de nada relatar el problema una vez más, tampoco sirve que nos
repartamos la culpa, tenemos que salir de la soledad, y poner la cara. No sirve
conformarnos con creer que estamos haciendo algo por nuestros hijos de manera
individual, estamos frente a una pandemia socialmente aceptada, donde menores
toman en bares que no se clausuran, donde un niño de 12 años tuvo hace unos
días un coma alcohólico y solo sirve para que los adultos tengamos tema de
conversación mientras comemos otro asado. Es grave, muy grave nuestra
indolencia.
A pesar de la dureza del relato, es posible un cambio. De verdad, y más
convencidos que nunca sabemos que si los padres nos juntamos podemos lograr
cambios impensables, pero es imprescindible abandonar la soledad. Para ello hay
una invitación y un lugar, seguramente no es el único, pero es nuestra
propuesta, necesitamos que la Fundación tenga millones de padres que sueñen con
nosotros y que definitivamente hagan realidad el desafío: “Mejores padres,
mejores hijos, mejores argentinos” ¿Te animás?
EN ESTE LINK ENCONTRARÁS LA ENCUESTA:
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